No hay piedad para Trejo



Mario Trejo es un maestro. Con amabilidad me abrió las puertas de su vida y de su poesía. Lo leía y lo leo, con la misma emoción que cuando di con el - hace ya algunos años. Este personaje, que supo andar con Bertolucci, entrevistar al Che Guevara y Yasser Arafat, y que es, además, Premio Casa de las Américas, ha vuelto a las andadas. Ha vuelto del largo exilio al que tantos desagradecidos lo han confinado. Trexus ha vuelto. Aquí un poema en honor del mejor poeta argentino contemporáneo.


(y ya se que estabamos todos muy borrachos en la foto)

El poema tiene la forma del poema América de Allen Ginsberg, a quien también rindo homenaje.

No hay piedad para Trejo

Trejo es un loco,
Un reverendo loco salido de una bella película universal,
Deja la taza de café por ácido lisérgico,
Cata porros colocados en largos estantes,
y escribe No,
Como Darío.
¿Qué pasa Argentina?
Trejo te lo ha dado tado y tu lo has dejado sin nada.
¿Todavía no sos digna de tus cuatro o cinco trejistas?
Incluso yo,
Un fracaso
De lo que pude ser,
le escribo desde mi noche
y repito:
Trejo, cincuenta poemas,
10 centavos,
2008 es un año importante para mi.
Argentina
¿Todavía estás sentada sobre tu propia mugre?
¿No te enteraste de lo que le pasó a Urondo?
¿Ya olvidaste el nombre de Enrique Molina?
¿Qué es lo que te pasa?
¿Es que ni siquiera recordás a Edgar Bayley?
Argentina, Argentina,
Dejá de cantar el nombre de Maradona.
Olvidate de tu última Copa Davis
Argentina,
Soy sólo una víctima inocente en un bulevar
¿Podrías prestarme una AK 47?
Argentina
No me gusta el poeta oficial
porque es más oficial que poeta
Argentina,
¿Ya measte tus pantalones?
¿Te molesta que te putee?
¿Podrías dejar de afeitarte y tocar las de Woodstock?
Argentina
Tengo un maletín lleno de poemas,
Una puta que me la chupa con ganas
y un hotel alojamiento para dormir
Argentina
Trejo me llama
"Schuster, venga pa´ca"
Argentina
¿Podrías hacerte cargo de tus aristócratas?
¿Ya no querés al Poesía Buenos Aires?
¿Te acordás de Vanasco?
No, no hay piedad para Hamlet
Argentina,
Mis zapatos negros
Están hechos para vagabundear
Argentina,
No me gusta tu Luna
Voy a buscarme otra
Argentina
Voy a empezar a cambiarte el nombre
Argentina
¿Quién carajo mato a Polonio?
Argentina
Voy a hacerte digna de tus viejos Trejistas
Argentina
Yo soy un grano en tu culo
Argentina
Estoy con mis compañeros
Argentina
Ellos también son Trejistas
Argentina,
lo lamento,
no llores por mí
Argentina
Trejo es Duro de Matar
Argentina
Voy a manguearte dólares
y voy a ahorrar adjetivos
Argentina
Trexus ha vuelto
Argentina
Que tengas mucha suerte
Argentina
Feliz año nuevo
Argentina
Estamos reeditando
sus obras incompletas
Argentina
Vamos a tirarnos un par de pedos
Mientras cargamos
los viejos fusíles
y fundamos
el New Old Movement of Poetry
para perdernos
en un delicioso Infierno
en el que no podrán encontrarnos.

De los Borgia a los Bergia


No se bien si por los Borgia o por los Borges pero antes existían solamente los borgianos. Ahora ha llegado el tiempo de los bergianos. ¿Los Bergianos, dice usted?
Sí, los admiradores de Bergia, de Javier Bergia, el cantautor español que desde hace más de 20 años, guitarra al hombro, lleva su música y su poesía por distintos rincones – y lo de rincones es una definición exacta – de una tierra en permanente caída. ¿Es qué no lo conoce? ¿Es qué va a Musimundo y no lo encuentra?. Ah ¿con que lo conoce? "Si... no es el percusionista de este muchacho...Serrano...Ismael Serrano? Pero, que va. Hay que reconocer a la gente por todo, no solamente por los efectos colaterales de la fama de otros. Bueno, por esta vez, se la dejo pasar. porque Ismael Serrano, es también un gran músico y un buen amigo. Acepto: Es el percusionista de Ismael Serrano pero también ...el que ha editado seis maravillosos discos, el que ha tocado con Pablo Milanés, Pasión Vega, y Luis Delgado...el que ha producido películas con David Bowie. Y mi amigo, mi buen amigo español que, con una gentileza que pocas personas muestran, prologó mi libro y lo presentó -con emocionantes recitaciones - en Buenos Aires, en donde también presentó su disco "Antología" y en donde esperamos que vuelva más temprano que tarde. Un hombre de la cultura, un rebelde con palabras justas, un compañero de ruta al que hay que ver y escuchar.

Pueden ingresar a su sitio web: www.javierbergia.com o a su blog : rupairu.blogspot.com
En Youtube encuentran presentaciones en vivo.

Doña Rosa - Música para buenos salvajes

Doña Rosa es Doña Rosa. Esa señora que nos persigue, nos molesta, nos asedia. A ella, siempre presente en nuestras peores pesadillas, le dediqué el primer poema de mi poemario "Música para buenos salvajes".


Doña Rosa

Todos saben que Jesús multiplicaba
pan duro
y pescado podrido
para el pueblo

Por eso el pueblo estuvo
intoxicado desde el principio

Y he ahí la opinión pública

No puedo decir algunas cosas
frente a Doña Rosa,
ama y señora de las verdades asumidas

Todos quieren decir:
Soy un calibrador de ilusiones perdidas
Soy el apaleador de monjas
Soy el derrotado jefe intestinal
del hospital de la ebriedad manifiesta

Y surge la pregunta por el ser.
Y decimos:
A la mierda con Nietzsche
A la mierda con Heidegger
A la mierda con Buda
A la mierda con Freud
A la mierda con el Tae Bo
A la mierda con Osho

Pero nunca: A la mierda con Doña Rosa

Ella está siempre ahí,
baldeando la vereda
barriendo hojas que no hay
mirándolo todo
con su ojo torcido

Y nadie se atreve a decir:
quiero agujerear el cartón del cielo con mi Winchester
quiero acostarme con el verdulero de la esquina
quiero festejar mi cumpleaños con el Presidente del Club del Progreso

Doña Rosa me condena a escribir
en colillas
de cigarros fumados

¿Que puedo hacer por su aceptación?
Tarde o temprano
descubrirá que soy quien soy
y nada
de lo que digo ser

Su felicidad está allí
Somos solo tema de conversación
en su horario de peluquería.





Reynaldo Sietecase y su curiosa vocación por la poesía


Si, ya se. Sietecase, el de la radio y la tele. Pero no. No hay caso, señora. Sietecase es Sietecase. Completito, con tomate, lechuga, jamón, morrones. Y Campari, por supuesto. Vea usted: Sietecase, hace algo más de 20 años escribe y vive, que es lo mismo. Si, dirá usted. “Yo lo leía, en Página y Rosario 12, y ahora lo leo en Crítica”. Pero fíjese señora, revuelva en Corrientes, en esas hermosas librerías que aún subsisten, y pida, sin miedo “Cierta curiosidad por las tetas”, “Instrucciones para la noche de bodas”, “Fiesta Rara”. Seguro que el librero la entiende. Me confieso: Yo también lo conocí por los medios modernos. Pero el libro, ese medio clásico, me lo dio a conocer de otra manera. Lo leí, como se lee a un amigo que todavía no es pero que se sabe que será. Y me conmovió. Ese tipo hablando sin vulgaridades, con musicalidad, y con pasión, del culo, de las tetas y, por supuesto, de la mujer más deseada (la del prójimo). Y claro, no es para menos, un día lo contacté, para hacerle una nota para una revista que, por falta de fondos, nunca salió. Y con la energía de quien se siente poeta me dijo: Claro, pasate por la radio. Y con un amigo fuimos juntos a entrevistarlo. Y después, la amistad de quien se sabe en esencia, similar. Porque la charla anduvo pro sus libros más viejos, y los más nuevos (Hay que besarse más, Un crimen argentino, y Pendejos) pero anduvo en realidad por la vida, por el espíritu del poeta. Y el, con su espíritu desinteresado, escribió la contratapa de mi primer libro y me presentó a su amigo, el mítico poeta Mario Trejo (hoy otro padre para mi). Si, señora, Sietecase. Ya se que lo leía en Página y Rosario 12, y que ahora lo lee en Crítica. Pero le repito. Revuelva en Corrientes, en esas hermosas librerías que aún subsisten, y pida, sin miedo “Cierta curiosidad por las tetas”, “Instrucciones para la noche de bodas”, “Fiesta Rara”. Y sino vaya a alguna más moderna y pida los nuevos, igual de buenos. Seguro que el librero la entiende. ¿o no?

Néstor Barron - Un beatnik argentino


Néstor Barron es uno de esos personajes exóticos que aún se encuentran en esta ciudad que es casi una ciudad. Si Fernandez Retamar lo hubiese conocido, sin dudas le hubiese dedicado ese poema que decía “Felices los normales, esos seres extraños, los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente, una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida, los que no han sido calcinados por un amor devorante..”
Y hubiesen sido grandes amigos. Porque Néstor es de esos tipos para los que la vida, como él mismo dice, debe ser una invitación a la hoguera. Y de la hoguera siempre quedan las cenizas.
Recomiendo seriamente al lector de este blog – si es que hay alguno – leer su hermosa novela “Váyanse todos a la mierda, dijo Clint Eastwood” y su libro de poemas titulado “Las Otras – Historias del misógino que amaba a todas las mujeres”. Así lo encontré yo hasta verlo en un oscuro bar de Caballito, tomando cerveza a la Bukowski, y hablando de Jacques Brel, de Aznavour, de Henry Miller, y adoptándome como uno de sus hijos, su hermanos, o cualquier otra cosa que se pueda hacer en menos de un segundo. Y ahí estaba yo, hablándole de algunos amores perdidos, mostrándole poemas, tinta y papeles viejos.
Pero Néstor es Néstor y yo soy yo, aunque en el fondo, seamos los mismos hijos de la misma cosa que engendra a todos por aquí. Y atención: Néstor no es cool, no es invitado a lecturas ni incorporado en antologías, pero es uno de esos grandes que han elegido el territorio de lo maldito – territorio que rara vez se elige – y que ha sabido llevar su vida poéticamente, en cuartos pequeños, excéntricas tabernas, y locuras permanentes. Por eso este blog empieza con el. Porque lo quiero. Porque es para mi una referencia y lo será hasta que nos perdamos, como quería Keroauc, en la locura de fabulosos cohetes amarillos, igual que las arañas entre las estrellas.

Bienvenidos


Ahora dicen que el libro desaparece, que el blog es el futuro y que, dentro de poco, como debía suceder en el 2000, comeremos cucarachas y volaremos en naves espaciales que sobrevolarán la Estratósfera hasta llegar a Japón. Hay de todo. He caído en la tentación pero he caído después de publicar un libro. No creo que esto redima nada. De todos modos, está bien así. Por la supervivencia del libro y de la poesía, escribo en este blog. Sean ustedes bienvenidos.